Chicco vivía en Ostia, era un niño de más o menos 8 años. Estaba siempre solo porque no tenía amigos con los que podía jugar. Era taciturno, hijo único y no tenía amigos, los padres estaban siempre en el trabajo, y… se veía que buscaba afecto. En la sociedad en la que vivía él se sentía “diferente”, veía a los otros niños que corría y jugaban, se divertían entre ellos, pero al él ésto no le importaba, no tenía ganas de unirse a ellos: sentía simplemente la necesidad de tener alguien a su lado que pudiese entender sus exigencias pero no conocía a nadie que realmente pudiera hacerlo. Querían un amigo del cual pudiese confiarse totalmente, uno sólo, per que fuese completamente sincero.
Un día, mientras regresaba de la escuela, pasando delante a una tienda de animales, vio un anuncio donde se leía: “se vende perritos”. Detrás de la vetrina estaban cuatro en una caja grande de cartón que, apenas lo vieron, apoyaron las patitas en el borde de la caja y lo miraron con los ojitos que pedían que les diera un hogar. El niño entró en la tienda y preguntó al propietario: “¿cuánto cuestan los cachorros?”.
El propietario lo miró distraído, le respondió, mientras continuaba en su afán de arreglar algunas cajas: “Cinquenta euros cada uno”. El chico sacó su billetera y contó el dinero que tenía, eran sólo 12 euros. El hombre lo miró y sonrió con ternura, luego se inclinó delante de él y le dijo: “si quieres tengo otro cacchorrito que cuesta menos”. Volteó la cabeza hacia la parte de atrás del negocio y pronunció un nombre.
De le parte trasera de la tienda llegaron corriendo otros dos cachorros y, poco después, uno más, que cojiaba y por eso no llegó al mismo tiempo de sus hermanos. Sus ojos, sin embargo, eran brillantes como los de los otros perritos, y expresaban, tal vez mucho más respecto a los de los demás, un gran deseo de dar y recibir cariño. El niño lo miró y se quedo prendado. Se acercó al propietario y le preguntó se ese cachorro se llama <<Ciak>>, como el nombre que había pronunciado. <<No>> contestó el hombre, negando con la cabeza, <<él es Buck. Pero no puede correr porque tiene una patita defectuosa.>>